El camino de las Almas

No podía dormir. Estaba agotado, pero muy nervioso. Los diferentes guías que le acompañaban en la expedición, no parecían dar importancia a la hecatombe celestial que acechaba sobre ellos. Todos dormían tranquilos. Los fineses decían que eran los rabos de los zorros, que al golpear la nieve producía destellos en la noche y aquello era el reflejo. Para los lapones..., la historia de los lapones era todavía peor; decían que era el duro y sinuoso camino, que las almas tenían que atravesar, para llegar al otro mundo. El sabía que nadie tenia razón, pero nunca había visto esos tonos y brillos en el cielo de la noche. Años más tarde,en 1621, un frances llamaria  a aquel fenómeno aurora boreal